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4 de noviembre de 2014

Impresiones con Cosmophony, dificultad de vieja escuela en este shooter para la nueva generación

No andamos muy sobrados hoy en día de shooters musicales y rítmicos, y menos en tercera persona. ¿Child of Eden? Un digno sucesor de la escuela REZ, Panzer Dragoon o Starfox (estos últimos nada que ver con su relación intramusical), pero queda ya lejos a pesar de la gran promoción que Ubisoft realizó de cara a que probásemos el juego. Por eso, una vez más, recurrimos a la escena algo más independiente para que nos llegara a la eShop de Wii U este Cosmophony, una mezcla de matamarcianos, juego de habilidad y reflejos y título musical. Proviene del mundo de los dispositivos móviles y promete jugabilidad de toda la vida. ¿Lo cumplirá?



Cuando Moving Player nos ofreció analizar su nuevo juego para Wii U, Cosmophony, nos advirtió que "el juego era difícil, muy difícil". Nosotros, ufanos jugones de la vieja escuela no nos achantamos, y recogimos el testigo con gusto: "¿Difícil? ¡Bien!, ya era hora de contar con un reto de verdad en una consola de última generación". ¡Ja!, quizás no sabíamos muy bien a lo que nos estábamos enfrentando. Las pantallas que acompañaban notas de prensa y la web oficial muestran un juego parco de gráficos, basado en figuras poligonales prácticamente planas (¡nos encantan!), sprites casi inexistentes y unos fondos que se mimetizan pero que no pasarán al a historia por su elaboración. ¿Dónde está entonces la 'magia' (si es que la tiene) de este juego? Al cargar el juego y probar el primer nivel en modo de práctica comenzamos a entenderlo: Perseverancia, memorización, concentración, reto, habilidad, reflejos... en fin, todo aquello que conocemos y que convirtieron a los videojuegos en un rompemuñecas y saca cuartos en los viejos tiempos.


La premisa de juego de Bento es sencilla. Controlamos una especie de espíritu que puede desplazarse de izquierda a derecha a través de un túnel repleto de obstáculos y algunos... ¿bichos? que podemos destruir gracias a nuestro poderoso disparo. Evitar chocar y llegar hasta el final de dicho túnel acompañados de una banda sonora tipo drum'n bass será lo único que tendremos que hacer. Parece fácil, pero no lo es. En la simpleza de sus planteamientos están los grandes títulos que han pasado a la posteridad, sobre todo en los primeros tiempos de las recreativas. Si habéis jugado a SkyRoads, un viejo juego para MS-DOS del 93, o a aquellos infernales niveles con la moto de Battletoads, quizás podáis llegar a entender el nivel de frustración que os espera con Cosmophony. No es lo mismo, pero guarda ciertas similitudes en cuanto a arriesgar hasta el límite, concentrarnos en nuestra partida (¡que no os moleste ni una mosca!), y memorizar algunos de los momentos más complicados de los recorridos.



Los niveles no son muchos, apenas 5, pero suficientes como para practicarlos una y otra vez hasta que sepamos superarlos. Durante vuestra partida normal tendréis hasta 10 oportunidades para pasaros de un tirón cada uno de los niveles, si no lo conseguís podréis practicar el mismo circuito. Para ello el sistema cambia los fondos camaleónicos y electrizantes por un fondo gris más 'zen', sin distracciones, y dispone una serie de checkpoints para que no tengamos que empezar desde el principio si chocamos. Obviamente superar un nivel en práctica no es tan difícil, pero no nos valdrá para avanzar al siguiente, je, esto no es uno de esos juegos de marines amarronados repletos de oportunidades chaval... En cambio si que nos valdrá para practicar (de ahí el nombre del modo, que narices) una y otra vez el circuito hasta que nos sintamos seguros como para probar en el modo normal. Seguramente será en vano, pero al menos lo podréis intentar. La verdad es que la mayoría coincide en que el tercer nivel es el que separa a los habilidosos del resto, con cambios en la velocidad y barreras puestas a muy mala leche, y damos fe de ello, no hemos sido capaces de superarlo... aún. Parece que definitivamente somos del montón.



No hemos hecho aún demasiado hincapié en el tema musical. La banda sonora que acompaña a Cosmophony juega un papel importante y si más o menos seguimos su ritmo puede que nos sorprendamos en más de una ocasión superando este o aquel obstáculo casi de forma innata. No es crucial, pero por extraño que parezca el diseño de los niveles ha sido pensado minuciosamente a partir de la música y los obstáculos se van sucediendo a medida que los ritmos machacones y electrónicos suenan una y otra vez en nuestros oídos. Por otro lado ni una pega al control ni a la jugabilidad, el mando responde a las mil maravillas y podemos escoger jugar con la cruceta digital, el joystick analógico o incluso los botones laterales, según nuestro gusto. Otro botón para disparar y punto, no hay más, ni tampoco lo necesita.


En conclusión Cosmophony es un juego que ofrece un reto que hace tiempo no veíamos en consola. Es sencillo, cuenta con un desarrollo simplista y engancha ya que cada vez que fallamos y volvemos al inicio del nivel sabemos de manera fehaciente que ha sido culpa nuestra. La música es entre un pretexto y un detalle que  nos puede ayudar en la difícil tarea que nos aguarda, y los gráficos, planos pero funcionales discurren a 60 frames por segundo (tampoco esperábamos menos). Es exigente y requiere que practiquemos cada uno de los segmentos de los niveles hasta dar con la tecla y lo superemos. Cuenta además con comunidad Miiverse, para que compartamos mensajes y nuestras nuevas proezas. Por apenas 4 euros, ¿no es más que suficiente?



Visita la web oficial para más info

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